viernes, 13 de julio de 2012

La Importancia de la Eduación y el Futuro

Laura Morales Hernández 
Lic. en Tecnología Educativa 
9o Cuatrimestre UNID


Modelos De Evaluación 





Acerca del autor: Edgar Morin

Edgar Morin es un filósofo y sociólogo francés de origenjudeo-español (sefardí). Nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre de nacimiento es Edgar Nahum. Hay siete saberes « fundamentales » que la educación del futuro debería tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura, sin excepción alguna ni rechazo según los usos y las reglas propias de cada sociedad y de cada cultura.


         








  La educación juega un papel vital en todo ámbito de la vida; es un instrumento muy poderoso para fortalecer el cambio. Y todo cambio,  es un reto desafiante porque representa modificar nuestro modo de pensar,para hacer frente a  la rapidez de los cambios, lo repentino, lo desconocido… Significa cambiar nuestra manera de enseñar, y se tiene  que organizar el conocimiento,  lo cual implica eliminar nuestra conductas tradicionales para concebir el nuevo, por otro lado, es imprescindible reformular las políticas y programas educativos y mantener el rumbo a largo plazo para las futuras generaciones, es decir, mantener un desarrollo sustentable y sostenible. Aunado a lo anterior Morin refleja en los siete Saberes diversos aspectos en la EDUCACIÓN:

  • Necesidades
  • Reconocimiento de errores 
  • Tener conciencia 
  • Urgencia de cambios 
Morin nos brinda a través de su libro la manera de como debemos percibir el futuro no solo educativo, siendo éste el principal. Sino también percibir nuestra identidad como personas, individualmente y como terrestres planetarios. y por consiguiente hacernos éticamente humanos en todos los sentidos para tener una vida digna y de calidad. 

 

LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUACIÓN DEL FUTURO 



En el primer capítulo  las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. Se nos habla de que todo el conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. La educación del futuro debe afrontar el problema en sus dos vertientes. Error e ilusión parásita la mente humana desde la aparición del hombre.
Segundo capítulo Los principios de un  conocimiento pertinente:de la pertinencia en el  conocimiento.Es el problema universal para todo ciudadano  del nuevo milenio: ¿cómo lograr el acceso a la información sobre el mundo y cómo  lograr la posibilidad de articularla y organizarla? ¿Cómo percibir y concebir el  Contexto, lo Global (la relación todo/partes), lo Multidimensional, lo Complejo? Para  articular y organizar los conocimientos y así reconocer y conocer los problemas del mundo, es necesario una reforma de pensamiento.

Tercer capítulo Enseñar la condición humana:La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana. Conocer lo humano es, principal mente, situarlo en el universo y a la vez  separarlo de él.
Cuarto capítulo Enseñar la identidad terrenal:el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos deben convertirse en uno de los mayores objetos de la educación. Este planeta necesita un pensamiento policéntrico capaz de apuntar a un  universalismo no abstracto sino consciente de la unidad/diversidad de la humana  condición; un pensamiento policéntrico alimentado de las culturas del mundo.
Quinto Capítulo Enfrentar las incertidumbres:El conocimiento es una aventura incierta que conlleva en sí mismo y permanentemente el riesgo de ilusión y de error. La civilización moderna ha vivido con la certeza del progreso histórico. La toma de conciencia de la incertidumbre histórica se hace hoy en día  con el derrumbamiento del mito del Progreso. Un progreso es ciertamente posible, pero incierto. A esto se suman todas las incertidumbres debidas a la velocidad y a la aceleración de los procesos complejos y aleatorios de nuestra era planetaria que 
ni la mente humana ni un supercomputador ni ningún demonio de Laplace podrían  abarcar.  
Sexto Capítulo Enseñar la comprensión:La situación sobre nuestra Tierra es paradójica. La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por  redes, faxes, teléfonos celulares, módem, Internet. Y sin embargo, la 
incomprensión sigue siendo general. Sin duda, hay grandes y múltiples progresos  de la comprensión, pero los progresos de la incomprensión parecen aún más  grandes.  El problema de la comprensión se ha vuelto crucial para los humanos. Y por esta razón debe ser una de las finalidades de la educación para el futuro.
 Séptimo capítulo La ética del género humano: Una ética propiamente humana, es decir una antropo-ética debe considerarse como una ética del bucle de los tres términos individuo - sociedad - especie, de donde surge nuestra conciencia y nuestro espíritu propiamente humano; esa es la base para enseñar la ética venidera. La antropo-ética conlleva, entonces, la esperanza de lograr la humanidad como conciencia y ciudadanía planetaria. Comprende, por consiguiente, como toda  ética, una aspiración y una voluntad pero también una apuesta a lo incierto. Ella es conciencia individual más allá de la individualidad.   

  Cuando se piensa sobre el futuro, hay  numerosas incertidumbres sobre lo que será el mundo de las futuras generaciones. Y el presente se puede decir que,  si se quiere  que la Tierra  pueda satisfacer las necesidades de los seres humanos que la habitan, entonces la  sociedad humana deberá transformarse. Así, el mundo de mañana deberá ser  fundamentalmente diferente del que conocemos hoy. Se Debe  por consiguiente, trabajar para construir un "futuro  viable”.